Stalingrad: Inferno on Volga, recrea una de las batallas más épicas de la Segunda Guerra Mundial con un mecanismo de bloques y nieva de batalla, siendo su principal modo de juego la versión solitario.
El mapa de Stalingrado Inferno se genera a partir de fotografías de reconocimiento aéreo altamente detalladas y muestra la ciudad y las afueras con extremo detalle, como lo fue el 23 de agosto de 1942, cuando comenzó la batalla. El alcance del mapa incluye la ciudad principal y sus suburbios desde Lateschanka hasta Kuspornoe, a lo largo de 30 km del río Volga, y se extiende hacia el oeste hasta el aeródromo de Gumrak, Orlovka y Alexandrovka. La escala del mapa es 1: 33000, con hexes que representan 1,1 kilómetros a lo largo de cada lado.
Es decir, un juego muy guapo y en mesa queda de dulce, una producción muy buena salvo por el tablero que es de papel grueso.
En cuanto a los modos de juego, cooperativo vs IA, 1 vs 1 y solitario vs IA, es en este último donde el juego destaca y hay que decir que la IA es muy clara y sencilla de seguir, el resto de modos son añadidos puesto que el motor de juego sigue siendo la IA.
El juego representa muy bien a las unidades implicadas y al mapa de batalla, pero ahí termina todo el parecido con el teatro batalla, es un juego de poca estrategia por lo que se aleja de los típicos wargames más fieles al teatro de operaciones histórico, para mi esto es un punto desfavorable, por contra el juego es super super agil y dinámico, básicamente el jugador alemán debe emprender una carrera hacia los objetivos que le darán la victoria por lo que olvídate de mantener una línea de batalla, debes moverte deprisa y confiar que los dados te acompañen. Al carecer de tablas de ataque el juego se desarrolla con fluidez y en una hora estás jugando otra.
Un sólido solitario, ideal para iniciados en los wargames con mecánicas de bloques, mi nota es un 6.2, podría alcanzar el 6.5 si fuera diez euros más económico.