Santorini es un juego de estrategia creado por Dr. Gordon Hamilton y publicado por Roxley Games. En esencia, es un juego para 2 jugadores (o 2 equipos de 2 jugadores) pero funciona muy bien también para 3 jugadores.
En Santorini, cada jugador (o equipo de jugadores) dispone de 2 trabajadores que se desplazan por el tablero y van construyendo edificios. El primer jugador que lleve uno de sus jugadores a un edificio con 3 bloques de altura gana. Ésta es la condición de victoria.
Es recomendable empezar a jugar con estas reglas básicas para familiarizarse con el juego, especialmente si jugamos con niños. En particular, con niños a partir de 8 años, Santorini funciona muy bien ya que las reglas son realmente sencillas: Mueve primero y construye después.
Además, es un buen juego para enseñar a los niños un poco de mitología griega. Para dar un poco más de profundidad estratégica y aumentar la rejugabilidad, Santorini nos propone unos «modificadores de reglas» en forma de cartas que representan dioses y héroes griegos (Zeus, Atenea, …). Al principio del juego cada jugador recibe una carta que, o bien nos dará una habilidad especial, o bien nos ofrecerá una condición de victoria alternativa.
Uno de los puntos más sorprendentes del juego es que al inicio parece un juego demasiado simple, pero las estrategias de los distintos jugadores chocan rápidamente y se encargan de balancear el juego a medida que van pasando turnos. Algo similar pasa con las cartas de mitología. Ciertas cartas dan la sensación que «rompen» el juego por ser demasiado potentes, pero en general el juego se ha testado lo suficiente como para mitigar ese problema.
Destaca especialmente el arte del juego: las cartas tienen unas ilustraciones espectaculares y los acabados de los edificios están muy cuidados. Al final de la partida da gusto ver el tablero poblado de edificios de distintas alturas y todos ellos con distinta distribución de ventanas, puertas y escaleras
En resumen, Santorini es un juego muy ágil, rápido y fácil de aprender. Es ideal para la familia, especialmente si jugamos con niños.