Este hermoso y funcional tablero tiene espacio para dos equipos de canicas grandes. Los jugadores se turnan para empujar las canicas por el tablero, con el objetivo de sacar seis canicas del oponente. La idea principal es que una columna de canicas tiene un peso determinado por la cantidad de canicas en línea. Un jugador deberá empujar con un grupo de canicas más pesado para desplazar la columna en esa dirección. Sin embargo, con seis direcciones posibles, es difícil defenderse por completo. Además, se puede jugar con hasta seis jugadores adquiriendo juegos de canicas adicionales.
Ganador del Concurso Internacional de Diseñadores de Juegos de Mesa de 1988.